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Sandra Cisneros ha escrito una hermosa fábula ilustrada paraadultos sobre la pérdida de un ser querido y la posibilidad de renovación queofrece esta experiencia difÃcil.
¿Has visto a MarÃa? es un libro breve en formato ilustrado cuyolenguaje sencillo podrÃa fácilmente confundirlo con un libro para niños. Sin embargo, es una historia para adultos, en especial paratodo aquel que haya sufrido la pérdida de un ser querido.
Traducido al español por Liliana Valenzuela, estaconmovedora historia explora los sentimientos de pérdida, duelo y recordaciónque la autora experimenta tras la muerte de su madre. Inspirada por hechos reales, la historia se inicia con lavisita de su amiga Rosalinda, acompañada de su gata MarÃa, la cual desapareceapenas llegan a la casa de Cisneros.
HabÃa sido un largo viaje por carretera y, según le cuentasu amiga, la gata habÃa chillado todo el camino. Cisneros recién habÃa perdido a su madre, experiencia queentreteje al relato desde el comienzo.
"Yo también tenÃa ganas de chillar y largarme",escribe. "Mi mamá habÃa muerto unos meses antes. Yo tenÃacincuenta y tres años y me sentÃa como una huérfana", relató.
Cisneros describe ese sentimiento de abandono y desolacióncomo "un guante abandonado en la estación de autobuses". Pero ahora que su amiga ha perdido su adorada gata no lequeda más remedio que salir de la casa donde se habÃa refugiado durante meses ylanzarse de lleno a la búsqueda.Las amigas recorren el vecindario de arriba a abajo, colocanvolantes y les preguntan a todos si han visto a la gatita blanquinegra. La búsqueda resuena con el deseo de la autora de encontrarconsuelo por su pérdida y de recibir algún tipo de respuesta al dolor que laacompaña.
La manera en que Cisneros intercala su pena es sumamenteconmovedora, como cuando pasan por una casa donde afuera se mecÃa una mujertejiendo algo morado. La autora recuerda que su madre solÃa tejer unas bufandasmuy feas "que nadie se querÃa poner".
"En ese momento quise tener una de esas bufandas feas,y la nariz me empezó a cosquillear", escribe.
A medida que avanza la búsqueda, vamos recorriendo elvecindario de Cisneros, un entorno verdaderamente diverso tanto en arquitecturacomo en herencia cultural.
Según la autora, parte de lo que se habÃa propuesto con estelibro era también dar a conocer su barrio en San Antonio (Texas), un lugar quemuchos asocian exclusivamente con sus mansiones históricas sin apreciar lasotras casas más modestas y pintorescas que comparten la zona. Cisneros contactó a su amiga la pintora chicana EsterHernández para que participara con ella en el proyecto de ilustrar elvecindario donde la historia toma lugar. Hernández captura con su pincel la riqueza visual delvecindario, con sus personajes tÃpicos, el pastor, la viuda, las niñas colgandode un columpio y también los excéntricos de extraña vestimenta y los que seniegan a abrir la puerta. Las ilustraciones parecen contar una historia paralela, ladel vecindario y cómo todas estas personas, por el mero hecho de estar allÃ,ayudan a que la autora supere su pérdida, aunque ni siquiera lo sepan.
Este hermoso libro revela lo imperecedero del amor y lacapacidad de renacer que esconde cada pérdida.
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